Pero antes déjame compartirte un pedacito de mi historia:

Desde muy niña, sentí una gran curiosidad por el funcionamiento del cerebro y la mente humana. Me apasionaba. Escudriñaba todo lo que caía en mis manos sobre estos temas y me quedaba absorta observando el comportamiento de las personas. Especialmente me conmovían las historias de superación que sucedían en mi entorno y me fascinaba como en muchas de esas ocasiones la gente acudía a mí en busca de consejo o guía. Ya desde entonces dentro de mí había algo que me hacía disfrutar mucho ayudando a los demás, sin ser aún consciente, de que yo misma sería protagonista de una de esas intensas historias que tanto me atraían: Mi propia vida.

Mi infancia y adolescencia no fueron precisamente fáciles. Crecí en un barrio muy  humilde de Madrid en el que escaseaban las oportunidades. Ni en mis mejores sueños hubiera podido imaginar lo que he conseguido a día de hoy. Pero yo puedo decir bien alto que si te comprometes, los sueños se cumplen.

Sorteé situaciones realmente adversas y numerosas dificultades hasta poder cumplir mi sueño de niña, ser artista. Trabajé sin descanso hasta lograrlo, y  aunque apasionante y elegido este sueño también ha conllevado un camino de pruebas y retos constantes.

Mis veinticinco años de carrera artística me han aportado enormes satisfacciones pero a la vez me han supuesto grandes desafíos. Me he enfrentado a circunstancias para las que he necesitado desarrollar una elevada dosis de autoconocimiento. Gracias a ese intenso trabajo realizado en mi  misma he desarrollado un gran crecimiento y conexión con mi poder personal que me ha permitido superar múltiples situaciones, como enfrentar mis miedos más profundos, asumir el cambio como  forma de vida, gestionar la presión que implica estar sometida a un nuevo casting o examen cada vez que finaliza un trabajo, aceptar muchos “NO” por respuesta, admitir la incertidumbre de la intermitencia laboral constante, afrontar que compites con miles de personas para un mismo puesto de trabajo, o incluso hacer frente a la incomprensión de mis más cercanos en algunas ocasiones.

Mi experiencia como artista me ha permitido conjugar varias de mis grandes pasiones; aprender, el arte y las personas. Siempre he seguido el impulso en mí de  dedicar tiempo a la ayuda a los demás desde el lugar en el que estuviera, impartiendo clases de canto y técnica vocal o colaborando en voluntariados con ONGs  de todo tipo y a lo largo de mi camino he ido adquiriendo otros conocimientos con ese mismo propósito, como la PNL o la Astrología, ambas poderosas herramientas complementarias.

Y de pronto llega el gran punto de inflexión. Como si de algo predestinado se tratara, el coaching aparece en mi vida de forma contundente ante la necesidad de iniciar un proceso de transformación y resignificación de mi pasado, un profundo proceso que me hace trabajar duro, pero que me brinda un gran regalo. Me conecta con una intensa sensación de certeza y me reafirma mi propósito de vida, esa cualidad que me acompañó desde niña en todo lo que hacía, eso que de alguna manera siempre supe que haría algún día, ayudar a otras personas a crecer, a derribar sus frenos, potenciar sus fortalezas, a descubrir quienes realmente son. A ser los líderes de sus vidas.

A raíz de esa experiencia y movida por mi certeza interna decido certificarme como coach personal por ICF para de esta forma conseguir al fin unir mi experiencia vital, mis conocimientos y mis herramientas y ponerlos al servicio de los demás. Así nace ALMAGUÍA, mi anhelado proyecto personal, en el que te entrego todo lo aprendido para que puedas disfrutar de una vida más plena.

Todos compartimos los mismos miedos, las mismas sombras, los mismos bloqueos, independientemente de  nuestra procedencia social o laboral, por que emergen del mismo lugar, nuestro interior y es en ese mismo lugar donde reside nuestro potencial para superarlos y avanzar. Quiero que sepas que tú tienes ese enorme potencial dentro de ti.

Acompañarte en tu camino a descubrirlo es mi propósito de vida y tú eres mi inspiración.

Me encantaría ser tu guía.

¿Hablamos?